“Fui un niño de la clase media que sufrió el impacto de la crisis del 29 y que tuvo hambre, yo sé lo que es no comer“, recuerda Paulo Freire casi con alegría, como si esa circunstancia le hubiera cargado de potencias aún mayores para comunicarse con el pueblo, conocerlo, conocerse mejor y actuar juntos. “Pesqué en ríos, robé frutas en frutales ajenos. Fui una especie de niño colectivo, mediatizado entre los niños de mi clase y los de los obreros… recibí el testimonio cristiano de mis padres, me empapé de vida y existencia, entendí a los hombres desde los niños.”


Paulo Freire fue uno de los mayores impulsores de las campañas de alfabetización de adultos en latinoamérica en la última mitad del sXX. Desarrolló una metodología propia basada en el diálogo y el conocimiento de la propia situación en la realidad social, que va más allá de la alfabetización, para situarse en el plano de la liberación.

Defensor de la idea de liberación a través de la educación, fue perseguido por las autoridades que consideraron peligrosa su labor alfabetizadora y educativa al poner en cuestión el staus quo de la sociedad caciquil latinoamericana del momento.

Posteriormente se reconoció su labor y fue nombrado consultor de la UNESCO y más tarde Secretario Municipal de la Educación de Brasil con la llegada al poder del Partido Trabajador en las elecciones de 1988.


20 MÁXIMAS FREIREANAS Y UNA REFLEXIÓN PERMANENTE


  1. Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho
  2. Una visión de la alfabetización que va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado
  3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos
  4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo
  5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
  6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
  7. Enseñar exige saber escuchar
  8. Nadie es, si se prohíbe que otros sean
  9. La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación
  10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión
  11. Decir la palabra verdadera es transformar al mundo
  12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa
  13. El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación
  14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas
  15. Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos
  16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre
  17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio"
  18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra
  19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización
  20. La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre.


Hacia una Educación Innovadora


En "Pedagogía del Oprimido" plasma esa idea, y desarrolla su método de alfabetización. Sitúa a educador y educando en un plano de igualdad que favorece el diálogo y propicia la libertad y la autonomía. Hoy en día es uno de los grandes referentes en educación de adultos y la pedagogía social y su método de enseñanza se sigue en infinidad de colectivos, asociaciones, etc. Dedicadas al trabajo educativo con personas adultas.



Pedagogía Del Oprimido (Ideas Básicas)


Capítulo 1
  • La justificación de la pedagogía del oprimido.
  • La contradicción opresores - oprimidos, su superación.
  • La situación concreta de opresión y los oprimidos.
  • Nadie libera a nadie, ni nadie se libera sólo. Los hombres se liberan en comunión.

La propuesta de Freire implica dos momentos distintos de manera progresiva: la primera se refiere a tomar conciencia de la realidad que el individuo vive, como ser oprimido sujeto a las determinaciones que los opresores imponen; la segunda, es la iniciativa de los oprimidos para luchar y liberarse frente a los opresores, es decir, no consideran que la situación vivida se quede en la simple toma de conciencia de la realidad, por el contrario los individuos tienen la necesidad de combatir contra ésta. La empresa del oprimido se sintetiza a través del aprendizaje que la escuela realmente debe darle no como una adaptación a su contexto, si no como una transformación de éste.


Capítulo 2
  • La concepción "bancaria" de la educación como instrumento de opresión. Sus supuestos. Su crítica.
  • La concepción problematizadora de la educación y la liberación. Sus supuestos.
  • La concepción "bancaria" de la educación y la contradicción educador - educando.

La concepción bancaria de la educación pretende transformar la mente de los individuos para que se adapten mejor a las situaciones reales y así poder dominarlos con mayor facilidad. Cuando más pasivos sean, más se adaptarán, por lo tanto, se disminuye su creatividad y se estimula la inocencia, lo cual crea las condiciones para que los opresores surjan como sujetos generosos.

La educación liberadora en el individuo tiene que ser un acto cognitivo en el que se comprenda y analice el contenido, superando la división existente entre el maestro y el alumno; dejar de lado la relación unidireccional para que la bidireccionalidad contribuya a la educación integral de ambos.


Capítulo 3
  • La dialogicidad: esencia de la educación como práctica de la libertad.
La realidad actual que rodea al hombre no le permite entenderla y transformarla porque la educación sirve simplemente para adaptarlo, sin embargo la idea es que pueda aplicar la segunda categoría.

Para alcanzar tal objetivo es necesario que la dialogicidad se establezca entre el maestro y alumno, puesto que el hombre no se hace en el silencio, sino en la palabra, la acción y la reflexión. Ante ello se destaca el uso del diálogo como elemento de aprendizaje.

El diálogo que se establece entre los dos sujetos contribuye a aumentar el amor recíproco, es un acto de valentía, pero no se trata de una acción ingenua, sino que el amor impulsa entre los hombres el diálogo hace de ésta una acción consciente.


Capítulo 4
  • La antidialogicidad y dialogicidad como matrices de teorías de acción cultural antagónicas: la primera sirve a la opresión y la segunda, a la liberación:
  • La teoría de acción antidialógica y sus características:
    • La conquista
    • La división
    • La manipulación
    • La invasión cultural
  • La teoría de acción dialógica y sus características
    • La colaboración
    • La unión
    • La organización
    • La síntesis cultural